Con la lenta pero intensa implementacion de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación, la brecha digital en América Latina se hace cada día mas estrecha, pero aun se mantienen las limitaciones de acceso en zonas rurales o de marcada pobreza.
La explosión de la comunicación movil, las Redes Sociales y demas medios de comunicación de bajo coste forza a las empresas a ofrecer servicios que puedan llegar a mas usuarios. Cosa que tiempo atras era solo destinado a quien podia pagar por un servicio, como por ejemplo el internet de Banda Ancha.
Los prestadores de servicios de comunicacion han visto que las TIC y sus servicios, como telefonía movil, internet banda ancha, wi-fi, etc, son cada vez más vitales para el desarrollo social y económico de la región y por lo tanto, prioritarios para mejorar las condiciones de vida de los pobres. Existen además obvias economías de alcance en el desarrollo y la provisión, a la comunidad de los reguladores, de herramientas informáticas y bases de datos para evaluar la asequibilidad de diversos servicios TIC en una única instancia.
El estudio de las necesidades del usuario, la prestación de servicios y la balanza oferta/demanda inclina a una estandarización de diferentes planes de pago y tarifas ofrecidos por los proveedores en los países que se analizan. Esta metodología, con algunas modificaciones menores que reflejan los diversos modelos de negocios en uso en América Latina, proporciona una comparación robusta de las tarifas a nivel internacional.
Además de expandir la cartera de estudios de asequibilidad, este estudio busca desarrollar nuevos indicadores del acceso a las TIC "pro-pobre". En particular, claramente se necesitan nuevos indicadores para medir las desigualdades de acceso a las TIC dentro de cada país (en contraposición a las desigualdades entre países, que son las que miden la mayoría de los indicadores de la brecha digital).
Los recientes estudios sobre la Tecnologia y la Comunicación ya usan el concepto de pobreza digital combinado con los indicadores de distribución de la riqueza ya ampliamente aceptados. Esto proporciona una base sólida para desarrollar indicadores que reflejen de mejor manera las desigualdades en el acceso y el uso de las TIC en el interior de los países, área para la cual falta información, debido en parte a restricciones en la disponibilidad de datos.