jueves, 10 de junio de 2010

Transmisión Vía Satélite... En Vivo!


La tecnología cada día daba un paso adelante y también la comunicación hacia su parte. En 1964, se realizó la 1ra transmisión directa vía satélite a través del Atlántico.

Sin embargo, la primera transmisión vía satélite vista, simultáneamente, en casi todo el mundo fue la llegada del primer hombre a la Luna, el norteamericano Neil Armstrong, el 21 de julio de 1969.

Bajo la denominacion de Guerra Fría, en 1988, con la puesta en órbita del satélite franco-alemán TDF-1, se inició en Europa la era de la teledifusión directa, cuyos programas podían ser captados por una antena satelital parabólica individual.

El primer satélite lanzado fue el Sputnik 1, (Octubre 1957) primero de varios satélites lanzados por la Unión Soviética durante su programa Sputnik, la mayoría de ellos con éxito. Le siguió el Sputnik 2 (Noviembre de 1957), como el segundo satélite en órbita, y también el primero en llevar a un animal a bordo, una perra llamada Laika

La Televisión Por Cable


Próximos al 1947, el fenómeno de la televisión por cable, junto con el desarrollo de los satélites y el ordenador personal, se constituye como el núcleo de la revolución tecnológica de los medios de comunicación de la segunda mitad del siglo XX. Además hay que destacar como los Estados Unidos, debido a su posición de pionero en el sector y la amplitud y diversidad de su mercado, se configura como un gran laboratorio de experimentación que a posteriori será considerado/imitado por Europa y Sudamérica.

Gracias a la recuperación económica que Estados Unidos experimenta en la década de los cincuenta y a la miseria y devastación que se sufre en Europa como consecuencia de la II Guerra Mundial, el mercado norteamericano monopoliza la mayoría de los avances y descubrimientos en el campo de las telecomunicaciones. En este contexto nace la televisión por cable.

Por aquellos años comenzaron a convivir las señales de tipo UHF y VHF. Tal situación obligaba a los usuarios particulares que deseaban disfrutar de las emisiones de ambas frecuencias a adquirir y utilizar convertidores de la señal. Además de su coste, éstos aparatos no eran demasiado funcionales, lo que ocasionaba molestias al usuario. La televisión por cable, en la que el espectador cedía toda la labor tecnológica a un centro de operaciones local, se posicionaba como la alternativa más atractiva: Recepción de un elevado número de canales, con una calidad óptima y sin complicaciones tecnológicas.

Era una oferta por la que el público estaba dispuesto a pagar.